26/12/2024 - Edición Nº3199

Politica

Contrapoder

El peronismo en su laberinto

20/07/2024 08:17 | El presidente Javier Milei se frota las manos porque el peronismo bonaerense, más allá de la foto de unidad que pretendió mostrar en San Vicente, aún sangra por las heridas de la derrota y el PRO está en llamas por la crisis interna que ha puesto en estado de guerra a Patricia Bullrich y Mauricio Macri. En este contexto, Karina, la hermana del Presidente sigue sumando miles de afiliaciones en la Provincia para hacer de la LLA, un partido nacional.


por Jorge Joury*



Frente a este escenario, Axel Kicillof se ha colocado en la primera línea de los gobernadores rebeldes pensando también en el futuro del peronismo y las elecciones del año próximo. Enfrente tiene a Máximo Kirchner y La Cámpora, que le están pidiendo a Cristina Kirchner que tome un rol mucho más activo como jefa de la oposición peronista ante el gobierno de Milei y le ponga así límites a Kicillof.

Cristina comenzó a reaparecer luego del sugestivo silencio ante cuestiones delicadas como la condena a 16 años de prisión por abuso sexual de su exaliado y ex gobernador de Tucumán, José Alperovich. Además, le pidió a Milei que “diga la verdad de la milanesa” sobre lo que sucede en el mercado financiero y en la intervención del gobierno.

Pero a la ex presidenta la acompaña el desprestigio de gestiones marcadas por la corrupción. Ella y varios de sus ex funcionarios están condenados, Alberto Fernández permanece  en la ganchera por sumas oscuras con los seguros, el Chocolate Gate, el yate de Insaurralde y el escándalo protagonizado por el intendente de La Matanza, Fernando Espinosa, acusado de acoso sexual hacia una ex secretaria, se suman recientemente al prontuario de un partido que apila repudios ciudadanos.

En medio de este escenario, Sergio Massa trata de generar confianza después de su ciclo de fracasos. Quiere encabezar en las legislativas del año próximo la lista de diputados bonaerenses y de allí empezar a construir las bases futuras para llegar al sillón de Rivadavia. Es por eso que ha tomado distancia de la pelea entre Máximo Kirchner y Kicillof.

Todos saben que por estos días por las oficinas de Massa de avenida Libertador desfilan dirigentes de primera línea tanto del peronismo como del PRO y la UCR. Todos buscan una llave para volver al ruedo.

Aunque empezó en los ’90, el protagonismo de Sergio Massa en la primera línea de la política argentina se remonta recién a la última década: fue en 2013 cuando se alejó del Frente para la Victoria, el espacio que lideraba la entonces presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, para formar el Frente Renovador. Se convirtió, de esta manera, en un líder independiente, ya sin jefa ni jefe políticos, después de haber sido funcionario, también, de las presidencias de Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde.

A Massa se le atribuye el concepto de “ancha avenida del medio”, con el que definió al propósito de su partido: formar una mayoría amplia para gobernar, sin distinción de ideologías pero con corazón peronista.

Massa, efectivamente, se reivindica peronista pero se inició políticamente en la Unión de Centro Democrático (Ucede), el partido ultraliberal que apoyó al gobierno de Carlos Menem. En el Frente de Todos, la alianza a la que se integró en 2019 y que lidera el binomio Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner, no son pocos los que consideran a Massa un referente de las políticas noventistas.

Ya fue candidato a presidente en 2015, cuando salió tercero detrás de Daniel Scioli (Frente para la Victoria) y Mauricio Macri (Cambiemos), quien terminó ganando la elección en la segunda vuelta. Esa postulación había sido catapultada por su resonante triunfo electoral en la Provincia de Buenos Aires en las legislativas de 2013. En 2017, intentó llegar al Senado, por la ya disuelta alianza Un País: volvió a quedar tercero, detrás de Esteban Bullrich y Gladys González, de Cambiemos, y Fernández de Kirchner (Unidad Ciudadana), quienes terminaron siendo elegidos senadores por la mayoría y por la minoría, respectivamente.

El nombre de Massa comenzó a circular como una opción para encarar una campaña en medio de la interna entre Axel Kicillof y Máximo Kirchner. Uno de los más experimentados barones del conurbano sostiene que Massa "es el rey de la rosca y tiene la espalda política necesaria para imponerse en la interna y ordenar la campaña. Es un animal político voraz, aún es joven y merece una revancha".

El informante dijo que :"En este momento de tensiones, la lista no la puede encabezar ni alguien de Kicillof, ni de Máximo que se sacan chispas". En efecto, la posibilidad de un acuerdo sincero entre ambas partes parece cada vez más lejana, como quedó claro en el acto de San Vicente que encabezó Kicillof y en el que Máximo eligió quedarse abajo del escenario.

Massa  que olfatea el peligro como nadie y que de hecho decidió no asistir al acto ni mandar a ningún dirigente. Fue un gesto explícito de toma distancia de la interna entre el gobernador y el líder de La Cámpora. "No queremos ser rehenes de ningún tironeo interno. Ni de unos ni de otros", sostuvo el comunicado que difundió el Frente Renovador. Fiel a su estilo,  Massa hace equilibrio y conversa seguido con Cristina Kirchner, también con Máximo y sostiene una relación correcta con Kicillof.

El ex candidato a presidente, en agosto irrumpirá en la vidriera del escenario político con el lanzamiento de su libro que será presentado por el escritor y periodista Jorge Asis. Además trabaja para un fondo de inversión del exterior y sigue con especial atención el sector energético.

En el Frente Renovador especulan con la hipótesis de que la mayoría de los intendentes del Conurbano también quieren postergar lo más posible la interna y Massa podría ofrecerles una salida para evitar tener que tomar partido ya el año que viene entre Kicillof y Máximo.

Otro dato que ayuda al tigrense es que en el peronismo bonaerense no hay grandes rencores con el ex ministro, porque le reconocen que su estrategia de dividir a la oposición dándole aire a Milei fue exitosa en la primera vuelta de octubre y eso le permitió al PJ quedarse con numerosas intendencias y retener cómodos la gobernación.

Massa sigue de cerca la gestión del ministro de Economía, Luis Caputo y asegura que, si se mantiene la unidad, Unión por la Patria ganará las legislativas del año próximo porque mucha gente que votó a Milei la está pasando mal y no le renovará el crédito.

Además cree que el punto débil del gobierno de Milei es la falta de dólares, algo que está ocurriendo y sube el riesgo país. Desde el peronismo repiten que "la frazada es corta porque la Argentina gasta más dólares de los que produce".

El problema, según opinan desde esa terminal opositora, es que el campo no liquida su cosecha. Los sectores agroexportadores tienen guardado en silo bolsas 10700 millones de dólares. En las oficinas de Libertador puntualizan que eso ocurre porque "la tasa está baja en pesos", y porque "para los productores es más barato tomar un crédito fijo a 36 meses en pesos que liquidar". 

Massa también  hizo que las variables económicas se derrumbaran y no puede rasgarse las vestiduras. En este contexto, hasta tanto se haga una autocrítica, el universo peronista seguirá a oscuras.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información y analista político. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".