
Hoy, Corea del Norte dijo haber probado con éxito una bomba de hidrógeno diseñada para viajar en un misil balístico intercontinental, según un anuncio en la televisora estatal del régimen de Pyongyang.
Tras el lanzamiento, a las 12:29 del mediodía, se registró un temblor artificial de magnitud 5,7 en Kilju, en la provincia norteña de Hamgyong, según la agencia meteorológica surcoreana y el Estado Mayor Conjunto. Además, el Servicio Geológico de Estados Unidos describió el primer incidente como una explosión que provocó un sismo de magnitud 6,3.
Si bien la información que llega desde Corea del Norte suele tomarse con cuidados, estas reacciones hacen pensar que la prueba fue real. Por eso, mandatarios de todo el mundo, y más enérgicamente Donald Trump , salieron a repudiar el accionar del líder Kim Jong-un por la amenaza que representa y la potencial destrucción que podría provocar.
En cuanto a la potencia, la hipótesis ronda los cien kilotones, esto es cinco veces la bomba que lanzó Estados Unidos en Nagasaki en 1945. Podría destrozar un radio de 30-40 kilómetros.
¿Qué es una bomba de hidrógeno?
La llaman también bomba termonuclear. Fue desarrollada en Estados Unidos bajo la dirección de Edward Teller y se lanzó por primera vez en 1952 sobre un atolón en el Pacífico. Su fuerza explosiva era unas 800 veces superior a la de las primeras bombas atómicas.
Para entrar en funcionamiento, libera energía a partir de la fusión de núcleos atómicos. Estos núcleos de deuterio y el tritio, dos isótopos de hidrógeno, se fusionan en un núcleo de helio, provocando una reacción en cadena incontrolable.
Para iniciarla es necesario un enorme aporte de energía, por lo que las bombas de hidrógeno tienen como detonador una bomba atómica (de fisión nuclear). Debido a su desmesurada fuerza destructiva y la incontrolable radiación que produce, muchos expertos consideran que la bomba termonuclear es inlanzable.